Desde la llegada de los coches eléctricos, el vehículo tradicional que funciona con combustible convencional, se ha visto denigrado por ser considerado como muy contaminante. No vamos a negar la evidencia y decir que la gasolina o el gasoil no son productos contaminantes. Sin embargo, tampoco vamos a alabar tanto al coche eléctrico detrás del cual podemos encontrarnos algunos aspectos no tan favorables. Si vamos a hablar de la posibilidad de que se reduzca esa huella medioambiental prolongando la vida de los vehículos convencionales.
Expertos y amantes del motor como los profesionales de Mober que se encargan de reconstruir los motores de vehículos de todo tipo para darles una nueva vida, contribuyen a esa reducción de la huella de carbono. En el momento actual, la conciencia medioambiental va calando más y más en la sociedad que, opta en gran medida por buscar alternativas económicas y sostenibles siempre que le es posible. El mundo del motor, no podía ser una excepción y los motores reconstruidos, se han convertido para muchos propietarios de vehículos en la alternativa inteligente y sostenible.
Los motores reconstruidos son aquellos motores dañados que, tras ser recuperados por mecánicos profesionales, se preparan y reconstruyen mediante los procesos mecánicos adecuados para darles una segunda vida. Antes de proceder a su reparación, estos motores, son sometidos a un exhaustivo análisis que permite hacer una valoración precisa de los fallos que presenta el motor y cuáles son las piezas que necesita renovar. Lo que se pretende con esta reconstrucción es optimizar la funcionalidad y recuperar su estética original, presentado un aspecto como nuevo.
En el campo de la mecánica, el sector del motor ha visto en esta posibilidad una oportunidad de negocio que a su vez, es beneficiosa para el medio ambiente. Además de cuidar los bolsillos de los clientes y propiciar que los vehículos tengan una mayor vida útil y no sean sustituidos sin necesidad. Para los verdaderos amantes del motor, es la mejor manera de tener su coche durante unos años más y que funcione de manera óptima.
Sostenibles y sostenidos en el tiempo
Uno de los factores que convierten un objeto en sostenible es la durabilidad. Si puedes mantener algo durante mucho tiempo, es sostenible, por lo que los motores reconstruidos, pueden sostenerse en el tiempo, durante más años, convirtiéndose en la alternativa más sostenible.
El exponencial aumento de la conciencia medioambiental que está sufriendo la sociedad actual, estriba en esa mayor preocupación de las personas de a pie, por todo tipo de problemas que se relacionan de forma directa con el medio ambiente, el consiguiente cambio climático, la contaminación que nos envenena paulatinamente y la inminente perdida de nuestra biodiversidad. Dentro de este particular contexto, la protagonista es la huella de carbono. Es marca indeleble que los seres humanos vamos dejando a nuestro paso y que consiste en esa cantidad de gases de efecto invernadero que liberamos a la atmosfera como si nada.
En este sentido, los vehículos a motor, son los actores secundarios. Esos antagonistas que producen una sustancial cantidad de los citados gases como el dióxido de carbono emitido durante la fabricación, el funcionamiento y, aunque no seamos plenamente conscientes, el posterior deshecho de los vehículos. Aquí no hay más que reconocer que los vehículos tradicionales que funcionan con motores de combustión interna, son causantes de una inmensa cantidad de esos gases nocivos. La razón es que para funcionar, se sirven de la combustión de combustibles fósiles contaminantes.
Siendo así ¿Cómo es posible que sigan existiendo? Más de uno y una se hará esta pregunta. La respuesta es sencilla: los intereses económicos siempre van a prevalecer sobre los medioambientales. No obstante, se ha declarado una guerra a los vehículos tradicionales en aras de los eléctricos que, también deberían ser mirados con lupa. Sin embargo, la reconstrucción de motores, promete. Los beneficios que ofrece en cuestiones medioambientales no son nada desdeñables.
En primera instancia, reconstruir motores, es equivalente a su reciclado, con lo que se produce una reducción de la demanda de recursos naturales. Las piezas del motor se reutilizan y restauran minimizando esa necesidad de crear partes nuevas. Los recursos naturales con las que se fabrican, como son los metales pesados y minerales necesarios se conservan.
Disminuyen los residuos que se generan en la fabricación de motores nuevos, pues al desecharse menos componentes de los automóviles, se genera un menor impacto medioambiental que se asocia directamente con la eliminación de los residuos y la gestión de los vertederos.
En último lugar, se reducen las emisiones de dióxido de carbono al evitar la fabricación de nuevos motores con el gasto energético correspondiente. De tal manera se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero que se asocian directamente a todo tipo de producción industrial. A esto hay que añadir que al prolongar la vida útil del motor, se produce un retraso en la necesidad de cambiar de vehículo, lo cual también influye a la hora de reducir las citadas emisiones de gases nocivos.
Mismas prestaciones, mismas garantías, máximo ahorro
Finalmente, todo se reduce a lo mismo: minimizar costes, minimizar riesgos, minimizar daños… Cambiar el motor de un coche por uno reconstruido en lugar de mandarlo al desguace, minimiza los costes. Si el motor del vehículo en cuestión, falla y no funciona porque sufre problemas mecánicos importantes, existen varias opciones para resolver el problema: deshacerse del coche y comprar otro; comprar un motor nuevo que es bastante caro; o buscar un buen motor reconstruido. Esta opción, minimiza esos costes que puede suponer adquirir otro coche o comprar un motor nuevo. Esto conlleva un gran ahorro económico y una pronta resolución del problema.
Para entender cómo es posible que un motor reconstruido sea la opción más económica y sostenible, debemos saber algunas cosas sobre este tipo de motores. Si tenemos en cuenta que se reutilizan los componentes, es comprensible que se produzca un gran ahorro. Los motores reconstruidos se aprovechan de tal manera que se reutilizan la gran mayoría de sus componentes originales. Tan solo se reemplazan las piezas defectuosas y desgastadas.
La mano de obra especializada que se encarga de efectuar el proceso de reconstrucción del motor, permite un enfoque técnico y preciso a la hora de proceder al desmontaje y posterior montaje del motor, tras su evaluación y reparación o reemplazo de los correspondientes componentes. Al ser tan precisos en la reconstrucción se invierte menos tiempo y por lo tanto, el coste no es tan elevado, pues cabe recordar que lo que más cuesta en los talleres es la mano de obra. A menor tiempo de trabajo, menor coste.
Ofrece una serie de garantías que respaldan la calidad del motor y su funcionamiento. Esto proporciona la tranquilidad necesaria a los clientes que saben que están adquiriendo un producto de excelente calidad a un precio bastante asequible.
Para los más frikis o apasionados del motor, deben saber que pueden optar por la personalización de ciertos aspectos del motor, como la potencia o el rendimiento. Esto ya va en gustos y necesidades, pero es una opción a tener en cuenta.
Aquellos que no lo vean tan claro y desconfíen de la calidad de un motor reconstruido, deben tener la certeza de que se trata de motores que ofrecen un rendimiento muy confiable. Se trata de una alternativa más que atractiva para los propietarios de un vehículo cuyo motor falla. Mientras que hacerse con un motor nuevo puede resultar bastante caro, la reconstrucción del mismo, puede suponer un ahorro.
Veamos en que consiste este proceso de reconstrucción con mayor detenimiento. En primer lugar se lleva a cabo una evaluación inicial y exhaustiva del motor. Este examen se realiza de forma minuciosa y abarca todas las piezas del motor, como pistones, bielas, cojinetes, etc. Posteriormente, se reemplazan las piezas desgastadas o defectuosas. Cada pieza que no se encuentre en condiciones óptimas se reemplaza, bien por piezas nuevas, bien por piezas reacondicionadas. Todas las piezas que van a formar parte de la reconstrucción del motor, se limpian en profundidad y se rectifican en caso necesario. Esto garantiza que las piezas funcionen correctamente.
Tras la limpieza y rectificación, se procede al ensamblaje y ajuste de todas las piezas. Este proceso debe hacerse de forma tan cuidadosa como meticulosa para reconstruir correctamente el motor. En el momento antes de su instalación en el vehículo, una vez ha sido totalmente ensamblado y ajustado, el motor se somete a las rigurosas y necesarias pruebas de calidad entre las que se encuentran pruebas de funcionamiento, presión, rendimiento y eficiencia. La finalidad de este testeo es asegurar que el motor funciona de forma adecuada, confiable y por supuesto, eficiente.
Con toda esta información es fácil comprender porque los motores reconstruidos se van haciendo un hueco en el sector del motor. Optar por uno de estos componentes en lugar de adquirir un vehículo nuevo o comprar el motor de primera mano, es una excelente alternativa. Su menor coste, el rendimiento garantizado y la sostenibilidad que representa, son los factores clave que hacen que los motores reconstruidos, sean cada vez una opción más demandada. Además de que ofrecen seguridad y están garantizados.