Me llamo Antonio y tengo ya mis buenos 80 años. No sé mucho de escribir artículos ni de hablar bonito como hacen algunos, pero sí sé de amor. Sobre todo de amor a los animales. Toda la vida he tenido perros, gatos, hasta una vez tuve un conejo que me siguió a casa y ya no se quiso ir. Ahora, ya de mayor, lo que hago es ir a las protectoras y buscar al perrito más viejo que tengan. El que ya casi nadie mira. Y me lo llevo. Para que tenga un hogar sus últimos meses, o sus últimos años si la vida le da ese regalo.
Hoy quiero hablar de algo que me parece importante. Porque sé que en las protectoras siempre falta algo. Faltan manos, faltan hogares, faltan mantitas… y sobre todo, falta dinero. Y falta tiempo para que todos los animales encuentren una familia de verdad. Y como ya no puedo ayudar cargando sacos o corriendo detrás de los cachorros (porque ya no soy tan ágil como cuando tenía 20 años), pensé que a lo mejor puedo ayudar dando ideas. Ideas para que las protectoras consigan más adopciones, y también para que saquen algún dinerillo que tanto les hace falta.
Quiero hablar de cosas que se pueden hacer con serigrafía, bordado y vinilo o DTF. No lo descubrí yo, me puse a investigar y conocí a la empresa Publival, encargada de la personalización de prendas textiles, artículos publicitarios y venta de vestuario laboral y escolar en Valencia, y además ofrecen estos servicios que yo no conocía, pero que ellos amablemente me explicaron:
Primero: ¿qué es eso de la Serigrafía?
La serigrafía es una manera de poner dibujos o palabras en cosas como camisetas, bolsas, pañuelos, y demás. Se hace con una especie de plantilla y tinta. Vamos, como cuando de críos hacíamos estarcidos con una hoja agujereada y un pincel, pero más fino y bonito.
Lo bueno de la serigrafía es que cuando tienes hecho el primer dibujo, después puedes hacer muchísimas copias iguales, y cada copia sale baratita. Así se pueden hacer montones de camisetas o bolsas sin gastar mucho, que luego se pueden vender para sacar dinero para la protectora, o regalar en eventos para que la gente se anime a adoptar.
¿Qué cosas se pueden hacer con serigrafía para ayudar?
- Camisetas con mensajes: Una camiseta que diga “Adopta, salva una vida” o “Mi mejor amigo vino de la calle”. Eso lo entiende cualquiera. Y si además pones un dibujito gracioso de un perrito sonriendo, seguro que la gente se anima.
- Bolsas de tela: Ahora que casi no se dan bolsas de plástico, todo el mundo lleva sus bolsas de tela al mercado o al súper. Imagínate una bolsa bonita con un dibujo de un perro o un gato y una frase bonita. ¡Eso se vende solo!
- Pañuelos para perros: Los perretes se ven más guapos con un pañuelito en el cuello. Si la protectora pone pañuelos serigrafiados con frases como “Adóptame” o “Busco hogar” cuando los sacan a pasear, seguro que más de uno se fija en ellos.
- Carteles y cuadros: Con serigrafía también se pueden hacer carteles para decorar casas o tiendas. Algo como “Aquí vive un amigo peludo” o “Mi hogar está completo porque tengo un perro adoptado”.
Todo esto no necesita mucho gasto si se hace bien. Se puede empezar con poco e ir viendo qué es lo que más le gusta a la gente.
Ahora, el Bordado. Que no es cosa nueva
El bordado no es de ahora, eso ya lo hacían nuestras abuelas, y bien bonito que les quedaba. Es coser hilos de colores para hacer dibujos o palabras en una tela. Hoy día hay máquinas que lo hacen muy rápido y muy bonito.
El bordado da un aire de cosa bien hecha, de esas que duran mucho. No es como esas camisetas de baratillo que al tercer lavado ya no se ve el dibujo. Lo bordado aguanta años.
¿Qué se puede hacer bordando para una protectora?
- Gorras: Una gorra bordada con una patita o con el nombre de la protectora. Para vender en eventos o para regalar a los voluntarios.
- Sudaderas y chaquetas: Especialmente en invierno, una buena sudadera bordada con algo discreto pero bonito, como un corazón con una huella dentro, puede venderse bien.
- Mantas para mascotas: Vender mantitas bordadas con el nombre del animal. Un regalo precioso para quien adopte.
- Camas para perretes: Se pueden vender camas para perros o gatos bordadas con frases como “Aquí duerme un ángel peludo” o personalizar con el nombre del animal adoptado.
- Llaveros: Un llavero de tela bordado con una patita o con una frase cortita. No cuestan mucho y a la gente le gustan esos detallitos.
El bordado hace que los productos se vean más elegantes. Y también que la gente valore más lo que compra, sabiendo que además ayuda a una buena causa.
Y luego está el Vinilo y el DTF, que suena raro pero es muy útil
El vinilo es como una pegatina que se pone sobre camisetas, bolsas o lo que uno quiera, usando calor. Y el DTF (que son las letras de Direct to Film) es parecido, pero permite poner fotos o dibujos a todo color, como si fuera una foto pegada.
Estas técnicas permiten hacer cosas muy vistosas y muy personalizadas. Para una protectora, esto es una maravilla.
¿Qué se puede hacer con vinilo y DTF para ayudar?
- Camisetas con fotos: Imagina una camiseta con la foto de un perrito real de la protectora y una frase como “Él busca un hogar. ¿Se lo das tú?”. Eso llega al corazón.
- Pegatinas resistentes: Se pueden hacer pegatinas para coches, portátiles, botellas de agua… Pegatinas con huellas, caritas de animales, mensajes de amor animal.
- Identificadores: Etiquetas para mochilas, bolsos, etc., con dibujitos de perritos o gatitos.
- Carteles grandes: Para poner en ferias o en la calle, anunciando jornadas de adopción o campañas de ayuda.
- Tazas: Tazas con fotos de animales felices, adoptados gracias a la protectora. Cada mañana la gente tomará su café viendo la sonrisa de un perrito salvado. No hay mejor forma de empezar el día.
- Alfombrillas de ratón: Hoy día todo el mundo tiene ordenador. Una alfombrilla personalizada es barata de hacer y útil.
Consejos de un viejo que ha visto mucho
No soy sabio, pero algunas cosas he aprendido en 80 años de vida:
- Contad historias: No vendáis sólo productos. Contad la historia de los animales que ayudáis. Eso llega al alma.
- Cuidar los diseños: Que sean bonitos y sencillos. No pongáis demasiadas cosas. Un buen dibujo y un mensaje claro bastan.
- Precios justos: No os paséis ni os quedéis cortos. La gente quiere ayudar, pero también quiere sentir que su dinero vale lo que compra.
- Poned facilidades: Que se pueda pagar en efectivo, con tarjeta, por Bizum… Hoy en día la gente no lleva cambio.
- Promocionad en redes: Subid fotos a Instagram, Facebook, y contad quién es cada perrito o gatito.
- Dad las gracias siempre: Un mensaje de agradecimiento, una notita escrita a mano, un abrazo. La gratitud mueve montañas.
- Organizad eventos: Montad un puestecito en fiestas locales o mercadillos. Con una buena sonrisa y una historia bonita, la gente se acerca sola.
Mi pequeño sueño
No sé cuánto más andaré yo por este mundo, pero mientras pueda, seguiré yendo a las protectoras a buscar a esos viejitos de cuatro patas que tantos años pasaron olvidados. Cada vez que me llevo uno a casa, siento que el mundo es un poco mejor.
No todos pueden adoptar, lo sé. Hay quien no puede por edad, por salud, por dinero. Pero todos podemos ayudar de alguna forma. Comprando una camiseta, regalando una bolsa, difundiendo un cartel.
Si conseguimos que más personas vean a esos animalitos, si conseguimos que más gente los quiera, habremos ganado. No todo es salvar el mundo de golpe. A veces, salvar una vida ya es suficiente.
La importancia de cada ayuda
Así que, si trabajas en una protectora, o si conoces a alguien que lo hace, anímate. Usa la serigrafía, el bordado, el vinilo, o lo que tengas a mano. Cada euro que entre, cada adopción que se consiga, es una victoria para ellos. Y para nosotros también. Porque al final, ayudar no es solo un acto de generosidad, es un acto de amor. Y cuando se ama de verdad, no hay límite para lo que se puede hacer.
También es cierto que las protectoras siempre necesitan de nuestro apoyo en diferentes momentos del año, ya sea por la falta de alimentos, medicamentos, o simplemente por el mantenimiento de los espacios donde los animales viven.
Pero cuando las protectoras organizan eventos, como jornadas de adopción, mercadillos o ventas benéficas, es cuando más se puede hacer por ellos. La gente responde mucho mejor cuando ven que lo que están comprando no solo les beneficia a ellos, sino que también está ayudando a un animalito que lo necesita.
A veces, un simple gesto como comprar una camiseta con un dibujo de un perro puede cambiar la vida de ese animal.
Y de paso, puede hacerte sentir bien por ayudar a que una vida tenga una nueva oportunidad.